• La primera adquisición que hace Global Vía en el continente americano.

Global Vía Infraestructuras, empresa constituida a partes iguales por FCC y Caja Madrid, ha resultado adjudicataria por 553 millones de dólares de las autopistas chilenas SCADA y SCADI, en el proceso de venta que inicio a principio de año su actual propietario, el banco estatal mexicano Bancomext, a través de un concurso internacional en el que han participado las mayores empresas del sector. 

Se trata de la primera adquisición que hace Global Vía en el continente americano. Con esta apuesta en el mercado de infraestructuras chileno, además del elevado potencial que ofrecen los activos adquiridos una vez pasen a gestión privada, Global Vía se convierte en uno de los principales operadores de la región y establece un centro de operaciones clave para conseguir una cuota de mercado elevada en el importante proceso de licitación de infraestructuras que se pondrá en marcha en breves meses en Chile.

Para el año 2009 se esperan unos ingresos para las dos autopistas de 82 millones de euros y un EBITDA de 42 millones euros. En ambas concesiones existe un nivel de ingresos mínimos garantizados.

La autopista SCADA, de 218 Km de longitud, une Santiago con Los Vilos (al norte de Santiago). Por ella circulan una media 35.414 vehículos diarios y forma parte de la Ruta Panamericana, el eje troncal más importante del país, que atraviesa en su recorrido la mayoría de los centros urbanos del país. Consta de tres plazas de peaje, 40 puentes, 30 enlaces y un túnel de 300 metros.

La autopista SCADI, de 89 Km, une Concepción con Chillan, y circulan por ella a diario una media de 7.280 vehículos. Consta de seis enlaces, una plaza de peaje troncal y dos en accesos, con 45 pasos sobre nivel y un puente de 240 metros.

Con la incorporación de estas dos autopistas Global Vía se consolida como quinto operador mundial de infraestructuras con 40 concesiones en Europa y América.  En este últimos continente cuanta con autopistas en México y Costa Rica.

Esta adjudicación supone para Global Vía, por un lado la creación de valor para sus accionistas y por otro la obtención de referencias en operación y mantenimiento de autopistas de peaje como trampolín para su consolidación en México, Chile, Costa Rica y su futura implantación en EE.UU.