La reina Sofía entregó anoche a Esther Koplowitz el “Premio Iberoamericano de Mecenazgo 2020” de la Fundación Callia, como reconocimiento a su obra a través de la Fundación que lleva su nombre. A la incansable labor de filantropía de Esther Koplowitz durante más de 25 años, se añade una dedicación personal extraordinaria dirigida a hacer felices a las personas que acceden a los beneficios de la Fundación que lleva su nombre.

En sus palabras de agradecimiento al recoger el premio en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid, de manos de S.M. la Reina Sofía, Esther Koplowitz aludió al ejemplo que representa la labor que realiza la reina Sofía, a la que caracterizó como “la reina solidaria”.

El acto con la presencia del ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque; de Carmen Reviriego, presidenta de la Fundación Callia, la entidad que convoca los premios; y del director de la pinacoteca, Fernando de Teherán.

La Fundación Esther Koplowitz, creada en 1970 aunque se institucionalizó el 13 de diciembre de 1995, centra su labor en las personas mayores, casi siempre sin recursos, en las personas con distintas capacidades físicas y psíquicas y en el avance de investigación biomédica, además de conceder becas y ayudas al estudio.

Desde su creación, ha contribuido a la construcción y equipamiento de la Residencia Nuestra Casa, en Collado Villalba (Madrid) con una capacidad para más de 140 personas residentes, más 60 plazas de día, la cual desde 2001 ofrece excelentes instalaciones, tanto para personas mayores que aún gozan de buena salud, como para aquellos afectados por enfermedades tales como el Alzheimer. También ha construido la Residencia Fort Pienc, en Barcelona, con una orientación para acoger a personas mayores que requieren cuidados de diversa naturaleza en función de su estado actual, con una capacidad para más de 140 personas residentes, más 60 plazas de día. Asimismo, ha construido y equipado una tercera residencia, la Nostra Casa del Vall de la Ballestera, en Valencia, para personas con distintas capacidades físicas y psíquicas que requieren atención muy especializada, que dispone de todo tipo de instalaciones para el cuidado y tratamiento de las 60 personas que allí residen; y un segundo edificio de la Fundación Nido, en Madrid, como centro de rehabilitación de niños con parálisis cerebral.

Por otra parte, destaca, el Centro Esther Koplowitz, en Barcelona, un complejo inaugurado el 4 de octubre de 2010 y uno de los centros con más entidad de investigación biomédica en Europa.

El CEK continua produciendo mucha ciencia, produce más  de 100 artículos científicos al año y realiza contribuciones importantes en diferentes campos, como la oncología, las enfermedades digestivas y la artereosclerosis y enfermedades relacionadas con la pobreza, entre ellas la malaria. En el centro trabajan 500 científicos incluyendo investigadores y expertos en diversas  plataformas científicas.

Además, también ha sido responsable de la donación del primer robot de cirugía al Hospital Clínico de Madrid, donde realizó 1095 operaciones, y de la construcción y equipamiento de una residencia de estudiantes en la Universidad Francisco de Vitoria, donde a finales de este año se habrán entregado más de 1.600 becas. Igualmente, ha realizado donaciones a más de 200 entidades benéficas.

Como reconocimiento a toda su labor, Esther Koplowitz ha recibido numerosas distinciones entre las que se encuentran la Gran Cruz de la Solidaridad Social, entregada por SM la Reina Sofía; la Gran Cruz al mérito civil; la Gran Cruz de la Guardia Civil por su ayuda a las víctimas; el Premio Blanquerna de la Generalitat de Cataluña; la Medalla de Oro de la Universidad de Barcelona, y es hija adoptiva de las ciudades de Barcelona y de Valencia.